Comencé trabajando en clase por parejas y después
con grupos más grandes y no siempre fue fácil ni las experiencias
fueron exitosas porque con clases acostumbradas a estar muchas horas
en posición de recibir enseñanza directa esta nueva experiencia la
aprovechaban para desahogarse, pero todo era cuestión de hablar con
el alumnado y los resultados fueron mejorando. Además de usar
aprendizaje cooperativo en el aula fue bastante bien el uso de foros
en el aula virtual para fomentar el debate. He de comentar que usar
aprendizaje colaborativo implicó cambiar la manera en que introducía
los temas. Por ejemplo, en clases de Ciencias -Naturales de Segundo
de la ESO nos preguntamos si había que esterilizar a los perros en
lugar de hablar directamente de reproducción. Y esto de trabajar en
aprendizaje colaborativo nos llevó por iniciativa de un grupo de
alumnas a algo mejor: el contacto con expertos. Para tratar está
cuestión un grupo de alumnas decidieron entrevistar a una
veterinaria, con lo que eran las mismas alumnas las que hacían una
socialización rica sin previa planificación del profesor. Similares
experiencias pasaron en tercero de la ESO cuando grupos de alumnos y
alumnas visitaron panaderías para ver las normas de seguridad que
tenían allí (no sólo en el laboratorio escolar hay normas de
seguridad) y visitaron un laboratorio de análisis clínicos para
compararlos con el laboratorio de química del instituto.
De una experiencia de la que estoy muy satisfecho es
cuando probé una técnica
colaborativa llamada jigsaw. Esto lo hice a partir de una
webquest que
diseñé para el tema de los enlaces químicos en primero de
bachillerato. La clase estaba separada en grupos de 4 y cada
miembro del grupo tenía que prepararse una parte del tema para
explicarsela al resto del grupo, para esto trabajaba con expertos del
resto de grupos que tenían la misma tarea. Al final todos tenían
que saber todo y entre toda la clase creó una página web para
estudiar mejor el tema. La experiencia fue mi buena y la repetí dos
cursos seguidos con una gran acceptación. Como crítica he de decir
que el diseño de la webquest era demasiado académico y no tenía
demasiados puntos de enganche para el alumnado. Conectaba muy poco
con su día a día. Pero el hecho de hacerles una propuesta diferente
fue suficiente para que todo funcionara bien.
En los últimos tres cursos el trabajo cooperativo
lo utilizo como consecuencia de utilizar la
flipped classroom, Los vídeos casi siempre los hago yo y les
explico a los alumnos los puntos básicos del tema. Ellos tienen que
venir a clase con los resúmenes o apuntes de los libros y a través
del aula virtual preguntan las dudas. La clase comienza con un poco
de instrucción directa donde se resuelven las dudas planteadas por
el alumnado y después comienzan con el trabajo cooperativo, donde se
ayudan para resolver una serie de tareas. Hay alumnos que tienden a
buscar rápidamente la ayuda del profesor en vez de intentar resolver
las cuestiones con sus compañeros y esto hay que trabajarlo. Depende
de la clase la flipped classroom funciona mejor o peor, pero en el
peor de los casos me parece mejor que la instrucción directa.
En general estoy satisfecho con el trabajo
cooperativo que les propongo al alumnado, aunque en los últimos
cursos, desde que trabajo mucho con la flipped classroom echo en
falta proponer tareas donde el alumnado tenga que utilizar roles como
en el jigsaw y haya mayor interdependencia entre ellos. Esta sin duda
es un punto de mejora para el próximo curso, aunque en la flipped
classroom, cuando hay personas que no han visto los vídeos resulta
que otros miembros de su grupo se convierten en expertos y les
explican todo lo necesario para que alcancen con éxito los objetivos
esperados. Otro ejemplo de que por mucho que diseñemos las
actividades al final cuando el alumnado las aece suyas la mejora es
evidente y es cuando pasan las cosas más interesantes.
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